Os vamos a mostrar otro de los trabajos presentados por los dermatólogos de nuestro equipo en el 45 Congreso Nacional de Dermatología, en el que explican el caso clínico de un Pseudolinfoma secundario producido por la tinta roja de un tatuaje.
El paciente fue atendido por los especialistas Modesto
Martín, Norberto López-Navarro, Jorge Suárez, Mónica García-Soto y Enrique
Herrera-Acosta del Servicio de Dermatología del Hospital Vithas XanitInternacional (Benalmádena, Málaga); y la doctora Isabel Gómez-Gallego, de Anatomía
Patológica del mismo centro sanitario.
El paciente es un varón de 48 años que llegó a la consulta con un extenso tatuaje en
un brazo en el que se observaba una lesión cutánea que coincidía con las zonas tintadas de rojo. De
todas las problemas que puede dar un tatuaje, según los expertos, el pseudolinfoma
es uno de los menos frecuentes, pero eso era lo que padecía. El caso ha supuesto un gran desafío para los dermatólogos,
Este póster explica las distintas fases de caso desde exploración
inicial, el proceso de diagnóstico y los tratamientos realizados, los cuales,
tras varios procedimientos, dieron un “buen resultado estético y funcional”.
Aquí tenéis los detalles:
Transcribimos el contenido para facilitar su lectura:
Introducción:
Las complicaciones asociadas a los tatuajes son cada vez más
frecuentes en la práctica clínica diaria. Esto se debe en buena parte al auge
de esta técnica decorativa, estimándose que entre el 8 y el 24% de
la población es portadora de al menos un tatuaje. De entre todas ellas el
pseudolinfoma es una de las más infrecuentes, y por sus características supone
un auténtico reto terapéutico. Presentamos un caso de pseudolinfoma de grandes
dimensiones secundario a la tinta roja de tatuaje.
Caso Clínico:
Varón de 48 años que acude para valoración de lesiones
cutáneas a nivel de brazo izquierdo desde hace meses. Según refiere a los pocos
meses de realizarse tatuaje comenzó a
presentar zonas sobreelevadas en áreas localizadas del mismo. En la exploración
física se aprecia tatuaje de grandes dimensiones a nivel de brazo, compuesto
por múltiples colores, trazos bien delineados y buen resultado artístico. Sin
embargo sobre las zonas en las que se localiza la tinta de color rojo se
aprecian lesiones lineales sobreelevadas con piel infiltrada al tacto. En el
resto de las zonas y colores no se aprecian alteraciones relevantes. (Fig. 1).
Ante estos hallazgos se procede a toma de biopsia punch 4mm
de dos zonas distintas para estudio dermatopatológico. En ambas muestras se
aprecia intensa proliferación inflamatoria crónica, predominantemente
linfocitaria, relacionada con pigmento inorgánico (rojo), (Figs 2- 5).
Los hallazgos
histológicos fueron, por tanto, compatibles con Pseudolinfoma.
El estudio analítico, con ECA, LDH, Beta-2-microglobulina y
radiografía de tórax no mostraron alteraciones significativas.
Se inició tratamiento con infiltraciones de triamcinolona
acetónido a razón de 20-40mg/ml, en sesiones separadas por 4 semanas. Ante la
falta de respuesta tras 5 sesiones, se decide tras explicar los pros y contras,
el tratamiento mediante extirpación quirúrgica por etapas, con buen resultado
estético y funcional final.
Discusión:
Las reacciones pseudolinfomatosas se incluyen dentro
de las reacciones adversas de tipo retardado. Aparecen de forma característica
en relación con el tinte rojo de los tatuajes, aunque en menor medida se ha
observado con el color verde y el azul. Se manifiestan en forma de nódulos
eritematovioláceos indurados, que pueden aparecer desde semanas hasta años tras
la realización del tatuaje.
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