jueves, 11 de mayo de 2017

Póster sobre una de las enfermedades derivadas de los tatuajes



Os vamos a mostrar otro de los trabajos presentados por los dermatólogos de nuestro equipo en el 45 Congreso Nacional de Dermatología, en el que explican el caso clínico de un Pseudolinfoma secundario producido por la tinta roja de un tatuaje.


El paciente fue atendido por los especialistas Modesto Martín, Norberto López-Navarro, Jorge Suárez, Mónica García-Soto y Enrique Herrera-Acosta del Servicio de Dermatología del Hospital Vithas XanitInternacional (Benalmádena, Málaga); y la doctora Isabel Gómez-Gallego, de Anatomía Patológica del mismo centro sanitario.

El paciente es un varón de 48 años que llegó a la consulta con un extenso tatuaje en un brazo en el que se observaba una lesión cutánea que coincidía con las zonas tintadas de rojo. De todas las problemas que puede dar un tatuaje, según los expertos, el pseudolinfoma es uno de los menos frecuentes, pero eso era lo que padecía. El caso ha supuesto un gran desafío para los dermatólogos,

Este póster explica las distintas fases de caso desde exploración inicial, el proceso de diagnóstico y los tratamientos realizados, los cuales, tras varios procedimientos, dieron un “buen resultado estético y funcional”.

Aquí tenéis los detalles:




Transcribimos el contenido para facilitar su lectura:

Introducción: 
Las complicaciones asociadas a los tatuajes son cada vez más frecuentes en la práctica clínica diaria. Esto se debe en buena parte al auge de esta técnica decorativa, estimándose que entre el 8 y el 24% de la población es portadora de al menos un tatuaje. De entre todas ellas el pseudolinfoma es una de las más infrecuentes, y por sus características supone un auténtico reto terapéutico. Presentamos un caso de pseudolinfoma de grandes dimensiones secundario a la tinta roja de tatuaje.


Caso Clínico: 
Varón de 48 años que acude para valoración de lesiones cutáneas a nivel de brazo izquierdo desde hace meses. Según refiere a los pocos meses de realizarse tatuaje  comenzó a presentar zonas sobreelevadas en áreas localizadas del mismo. En la exploración física se aprecia tatuaje de grandes dimensiones a nivel de brazo, compuesto por múltiples colores, trazos bien delineados y buen resultado artístico. Sin embargo sobre las zonas en las que se localiza la tinta de color rojo se aprecian lesiones lineales sobreelevadas con piel infiltrada al tacto. En el resto de las zonas y colores no se aprecian alteraciones relevantes. (Fig. 1).
Ante estos hallazgos se procede a toma de biopsia punch 4mm de dos zonas distintas para estudio dermatopatológico. En ambas muestras se aprecia intensa proliferación inflamatoria crónica, predominantemente linfocitaria, relacionada con pigmento inorgánico (rojo), (Figs 2- 5).
Los hallazgos histológicos fueron, por tanto, compatibles con Pseudolinfoma.
El estudio analítico, con ECA, LDH, Beta-2-microglobulina y radiografía de tórax no mostraron alteraciones significativas.
Se inició tratamiento con infiltraciones de triamcinolona acetónido a razón de 20-40mg/ml, en sesiones separadas por 4 semanas. Ante la falta de respuesta tras 5 sesiones, se decide tras explicar los pros y contras, el tratamiento mediante extirpación quirúrgica por etapas, con buen resultado estético y funcional final.

Discusión:
Las reacciones pseudolinfomatosas se incluyen dentro de las reacciones adversas de tipo retardado. Aparecen de forma característica en relación con el tinte rojo de los tatuajes, aunque en menor medida se ha observado con el color verde y el azul. Se manifiestan en forma de nódulos eritematovioláceos indurados, que pueden aparecer desde semanas hasta años tras la realización del tatuaje.


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