miércoles, 21 de junio de 2017

Mitos y realidades para tomar el sol con sentido común



¿Qué sabes o qué crees saber sobre el efecto del sol en la piel? Seguramente has oído decenas de sugerencias acerca de cómo ponerse más moreno, cómo usar fotoprotector, qué pasa cuando llega el invierno, qué ropa elegir…


Nosotros insistimos en que la información de los profesionales especializados en el cuidado de la piel es tu mejor referencia. En el post anterior te dimos 10 normas básicas que nunca debes olvidar si quieres evitar quemarte cuando tomas el sol. Ahora, continuamos con los consejos de la doctora Paula Martín Cuevas, en esta ocasión aclarando las dudas que nos presentan nuestros pacientes sobre cómo proteger la piel de los efectos del sol, afirmaciones y comentarios que circulan de boca en boca y que conviene rebatir o confirmar.

MITOS Y REALIDADES sobre la exposición solar

  • "Si no me aplico protector, me pondré morena más rápido". FALSO. Lo ideal es adquirir el color moreno lo más gradualmente posible. Sobre todo, lo más importante es no llegar a quemarnos, lo cual indicaría que se nos han producido daños moleculares en las células de la piel, sobre todo del ADN, y eso hay que evitarlo. Sin usar fotoprotección es muy difícil controlar el bronceado y evitar quemaduras. 

  • “Un Factor de Protección Solar de 30 solo dura 30 minutos”. FALSO. El factor de protección solar nos indica el grado de protección frente la dosis de radiación ultravioleta necesaria para quemarnos según nuestro fototipo, lo que traducido en tiempo indica que el tiempo necesario al sol para quemarnos hay que multiplicarlo por el factor de protección. En condiciones ideales, al mediodía de verano nos quemamos en unos 20-30 min, por lo que el FPS de 30 nos permitiría estar casi 10 horas sin quemarnos (20 min X 30= 600 min). Siempre que nos apliquemos el fotoprotector en cantidad suficiente, si no disminuye el factor de protección etiquetado. No obstante, por la actividad que realizamos, el roce, el baño, etc… se recomienda la reaplicación del fotoprotector cada 2-3 horas.


  • "El SPF debería que tener un mínimo de 30”. VERDADERO. El error más común, aplicarnos poca crema y de forma muy extendida. Para conseguir la eficacia del factor de protección solar indicado en la etiqueta deben aplicarse unos 36 g de crema (equivalente a 6 cucharillas de café) para todo el cuerpo de un adulto de talla media (2 mg/cm2), y eso, por regla general no se hace.

  • "Aplicar el protector solar aunque no se vaya a la playa es exagerado". FALSO. La exposición solar en nuestra piel es acumulativa y en todas las circunstancias que nos exponemos acumulamos dosis de radiación ultravioleta. Una aplicación diaria antes de salir a la calle sería lo ideal, y, sobre todo, en caso de exponernos al sol por cualquier actividad (trabajo, deporte etc….) debemos extremar las precauciones, tal y como cuando vamos a la playa.


  • "Con que me aplique la crema una vez es suficiente para todo el día". FALSO. Depende de la actividad, ya que si estamos en la playa, entre los baños y el roce con la toalla al secarnos o mantenernos tumbados, se puede perder eficacia. No está de sobra la reaplicación cada 2-3 horas, al igual que cuando hacemos deporte, el sudor y el roce por movimientos pueden hacer perder la eficacia del fotoprotector.

  • "Aunque el protector sea resistente al agua, si me baño debo volver a aplicarme la crema". VERDADERO. El fotoprotector water resistant indica que ha pasado pruebas en voluntarios sometidos a corrientes de agua y aguanta el nivel de fotoprotección por un tiempo determinado. No obstante, la reaplicación cada cierto tiempo no sobra, ya que hay más circunstancias, como el roce que hace que el producto pierda eficacia. 

  • "Puedo utilizar el bote de crema que me sobró el año pasado". FALSO. Hay que utilizar el producto por el tiempo máximo que garantiza el fabricante en la etiqueta, este tiempo aparece indicado, normalmente en meses, en la parte inferior de la etiqueta dentro de un dibujo de un tarro abierto.

  • “Con una buena crema solar es suficiente”. FALSO. Potenciar las medidas protectoras con el empleo de sombreros, gorras, gafas y prendas de vestir adecuadas es fundamental para una fotoprotección lo más completa posible.


  • “Cualquier tipo de ropa es suficiente para estar bien protegido”. FALSO. No todas las prendas de vestir ofrecen igual fotoprotección. Las camisas y otros tejidos finos, que ofrecen alta transpiración pueden no ser suficientes. Lo ideal en condiciones de alta exposición utilizar camisetas técnicas o tejidos de algodón con colores oscuros (tipo camisetas de algodón o polos). 

  • “Los cristales del coche me protegen de los rayos ultravioleta solares”. FALSO. A través del parabrisas no penetran prácticamente los rayos UV. No obstante, por las ventanillas laterales no se evita el paso de rayos UVA, por lo que hay que tomar precaución. 


  • “En invierno no es necesario protegerse”. FALSO. Depende de la actividad a realizar, ya que si vamos a la montaña, con la altitud se aumenta el porcentaje de radiación ultravioleta incidente, y si, además, vamos a la montaña con nieve, ésta llega a reflejar hasta el 80% de la radiación incidente, por lo que hay que extremar las medidas de fotoprotección. 

  • “Si estoy debajo de la sombrilla en la playa no me quemo”. FALSO. El ángulo que forma el sol y la presencia de arena, hace que se refleje un porcentaje suficiente de radiación que no es bloqueada por la sombrilla de la playa.

  • “El uso de altos índices de fotoprotección solar me impiden una correcta exposición para obtener vitamina D suficiente”. FALSO. En verano, es poco el tiempo necesario de exposición al sol para obtener 1000 UI de Vit-D. Concretamente, con una cuarta parte de nuestra piel expuesta (brazos, cara, cuello….) a una cuarta parte de dosis de radiación eritemática es suficiente. Aproximadamente, en verano, al mediodía, no son necesarios más de 5 minutos de exposición. En invierno, por el contrario, si hay que aumentar más la exposición solar para obtener niveles ideales de vitamina D.

  • “La fotoprotección oral es suficiente para evitar quemaduras y otras patologías en la piel respecto a la exposición solar”. FALSO. La mayoría de los productos que se utilizan para la fotoprotección de forma oral son combinados antioxidantes, que son un buen complemento, pero no eximen del uso de las herramientas de fotoprotección normales como el uso de sombrero, gafas, tejidos y cremas fotoprotectoras.

  • “El beber agua abundante apoya las herramientas de fotoprotección”. VERDADERO. La hidratación abundante es fundamental durante y tras la exposición solar debido a la pérdida de líquido sufrida por la transpiración. 


  • “El uso de ‘after sun’ no es necesario tras la exposición solar”. FALSO. Los mecanismos de reparación frente al daño tienen el pico máximo varias horas después de la exposición, por lo que aplicar productos ricos en sustancias antioxidantes y con alta capacidad de hidratación cutánea van a ayudar a una mejor recuperación de los daños solares producidos por la exposición solar. 

  • “En los días nublados no es necesario aplicar el protector solar”. FALSO. Aunque el día esté nublado, recibimos del 31 al 50% de radiación ultravioleta, por lo que es necesario aplicar protector solar.

  • “Las camas de bronceado son seguras, porque no generan daño en la piel como el sol”. FALSO. Las camas de bronceado NO son seguras, porque incrementan de forma importante el riesgo de padecer cáncer de piel, ya que emiten una gran cantidad de radiación ultravioleta de tipo A y, en ocasiones, pequeñas cantidades de ultravioleta B; ambos tipos de radiación están implicados en la generación de cáncer de piel y envejecimiento cutáneo.


  • “A los niños no se les tiene que aplicar protector solar ya que el cáncer de piel se presenta en personas mayores”. FALSO. Es muy importante aplicar protector solar a los niños ya que el 80% de la radiación ultravioleta la recibimos los primeros 20 años de vida, por la gran cantidad de actividades que realizamos al aire libre; esta radiación empieza a generar cambios en nuestras células que incrementar el riesgo de presentar cáncer de piel a mayor edad.

  • “No es necesario que me aplique protector solar si mi piel es morena, ya que resiste la exposición al sol”. FALSO. Aunque la piel morena es menos sensible que la piel blanca a la exposición solar, ambas sufren los efectos nocivos de la radiación ultravioleta, Por tanto, la piel morena puede permanecer más tiempo antes de quemarse, pero normalmente nuestra exposición supera los tiempos mínimos para los distintos fototipos cutáneos, por lo que todos los fototipos han de protegerse.

Si tienes un problema concreto con el cuidado de tu piel acude al dermatólogo. No obstante, si te quedan dudas, sobre este u otro tema dermatológico o dermoestético, escríbenos al correo electrónico clinicaeherrera@gmail.com o contacta con nosotros en Avenida Manuel Agustín Heredia Nº12, 5º Izq.29001 Málaga; Teléfono: 952 224 028; Móvil: 671 600 826.




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